May 19, 2020 | Business Strategy

 

by José A. Miranda, Sebastián Morales

La inversión en Innovación, Investigación y Desarrollo, clave en las nuevas estrategias de las compañías

 

La innovación es un concepto que necesita tiempo para que pueda consolidarse y generar resultados a medio y largo plazo; sin duda, es un cambio en la forma de gestionar las compañías.

Ninguna compañía, en ninguna parte del mundo estaba preparada para afrontar el imprevisto tsunami que ha provocado la COVID-19 en nuestra sociedad. Por lo tanto, no se puede responsabilizar de forma directa a ningún directivo sobre el impacto que esta teniendo la pandemia sobre el negocio. Sin embargo, éstos sí son responsables de los planes de negocio que preparan durante el último trimestre de cada año, generalmente pensando en incrementar la cifra de negocio, basado en los mismos parámetros.

Pero el mercado se mueve porque aparecen nuevos competidores más especializados, que nacen con una base sólida de tecnología e innovación, y que rompen las cadenas de valor establecidas. Y esta innovación, sin duda, suele generar un alto dinamismo y un alto impacto en el desarrollo de las compañías.

En este contexto, muchos directivos ya se están viendo obligados a repensar las estrategias de sus organizaciones en el mejor de los casos; o desarrollar nuevas estrategias en aquellas empresas que previamente no lo habían hecho para afrontar los nuevos retos a los que hay que enfrentarse desde hoy mismo. En cualquier caso, las preguntas que forman parte del proceso estratégico han de ser mucho mas exigentes desde la gestión comercial, la estructura de costes, la gestión del talento y, por su puesto, el aspecto financiero. Es decir, la exigencia actual implica pensar en la reconfiguración de la cadena de valor.

La inversión en Innovación, Investigación y Desarrollo, clave en las nuevas estrategias de las compañías.

Si hay algo que probablemente esta crisis comienza a destapar dentro de la gestión de las empresas, es la falta de datos que permitan tomar decisiones con un mayor grado de objetividad. Esto es debido, principalmente, al lento proceso en la digitalización de los procesos y que afecta directamente a la ejecución de las tareas. Aunque hay compañías que creen estar “digitalizadas”, la realidad es que en muchas ocasiones solo se desarrollan algunas tareas tácticas aisladas, faltando un robusto pensamiento estratégico que permita acelerar el proceso de integración de las personas con la tecnología y los datos. Esta exigencia requiere ideas innovadoras de los responsables en la gestión de los recursos, tanto humanos como tecnológicos.

En los mercados con niveles máximos de penetración de internet, aquellos que apuestan por una mayor inversión en R&D tendrán un menor impacto del COVID-19 sobre el GDP durante 2020.

De forma habitual, en el mundo empresarial se asocia digitalización con innovación y desarrollo. Por ejemplo, tomando como referencia la alta penetración en internet, por encima del 85%, en los países con mayor nivel de desarrollo se observa que el impacto de la COVID-19 sobre el GDP para 2020 es 1.5 puntos menor en los mercados con mayor nivel de inversión en R&D, siendo Corea del Sur el país con la menor tasa de caída, de solo el 1,2% del GDP. Por el contrario, Italia y España, con menores tasas de inversión en R&D, son los países que van a sufrir el mayor impacto negativo, con un brusco descenso entre el [8% – 9%] del GDP para 2020. Y aunque Francia tiene un comportamiento similar al de estos dos países, la mayor inversión (mas del 60%) en R&D le permitirá afrontar la crisis en mejores circunstancias.

Mientras tanto, China con una menor penetración de internet, pero con una inversión en R&D similar al de Australia, podrá seguir creciendo un 1.2%, en las peores circunstancias.

Por otro lado, el grupo de mercados emergentes formado por México, Brazil y el resto de países latinamericanos, Nigeria y Suráfrica sufrirán un impacto negativo conjunto del -4.2%, menor que los países con mayor desarrollo. Pero la menor inversión en R&D, muy por debajo del promedio, dificultará la recuperación a un mayor ritmo durante 2020.

Es decir, los responsables de las compañías tienen la tarea de pensar de otra manera, con un foco mucho mas estratégico y mirando la cadena de valor desde otro ángulo, apostando por la innovación y el desarrollo como forma de hacer sostenibles las compañías a medio y largo plazo. Porque aquellas compañías que sigan utilizando el concepto digitalización como forma táctica, cualquier nuevo imprevisto, le volverá a erosionar le negocio mas de lo que debería. Y eso si que es su responsabilidad.

 

José A. Miranda es Managing partner en Naawa, Sebastián Morales es Analytics Partner en Naawa.

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